Durante el siglo XIX un hito importante para la historia de
la formación del magisterio en España fue la creación en Madrid de una Escuela
Normal Central de Maestros en 1839 y otra de maestras en 1858. Para la
especialización en educación infantil hubo otros dos hitos significativos:
1850, año en el que la Escuela de Virio fue declarada Escuela Normal Central de
Párvulos para formar maestros y maestras, y 1876, año en el que se crea la
“Cátedra especial de Pedagogía de Párvulos por el procedimiento denominado de
Fröbel”. A estas iniciativas hay que añadir un “Curso especial para maestras de
párvulos”, impartido por Pedro de Alcántara García y Joaquín Sama.
Comenzado el siglo XX seguía habiendo en ejercicio maestras
y maestros sin titulación. En las pequeñas poblaciones rurales, funcionaban las
conocidas “escuelas de amiga”, en las que una mujer sin titulación atendía en
su casa a niños y niñas y, si tenía conocimientos, les iniciaba en el
aprendizaje de la lectura, la escritura y la doctrina cristiana.
Las sucesivas modificaciones de los planes de estudios de
las Escuelas Normales de 1898, 1900, 1901, 1903 y 1914 no mencionaron la
necesidad o conveniencia de una formación específica para los maestros de esta
etapa. Sólo en el siguiente plan de estudios de 1931, el gobierno de la
República planteó la reforma de la Escuela Normal e introdujo los “trabajos de
especialización”. Sin embargo, fue en estas primeras décadas del siglo XX
cuando llegaron a España métodos innovadores para la atención de los párvulos
(Montessori, Decroly, Freinet …) y lo hicieron a través de iniciativas
particulares.
No será hasta la cuarta década del siglo XX cuando
encontremos nuevas iniciativas relativas a las condiciones del magisterio que
ejercía en la etapa que hoy denominamos “educación infantil”.
El siguiente hito lo encontramos en 1951 cuando se creó en
Madrid la Escuela Especial de Formación de Maestras Parvulistas. Esta Escuela
tenía como fin “dar enseñanza, orientación y métodos de trabajo adecuados para
especializar en el cuidado, higiene, psicología, problemas educacionales y
trabajos manuales propios de la primera infancia. La especialización la
obtenían a través de tres tipos de materias: teóricas, práctica y técnicas.
Aquellas maestras que estaban ejerciendo en escuelas de párvulos antes de 1947
y no tenían especialización se sintieron agraviadas profesionalmente.
Hubo que esperar a la última etapa de la dictadura
franquista para que las modificaciones de los estudios de magisterio derivaran
en un nuevo plan de estudios que mejoraba el nivel cultural de los maestros. El
legislador reconoció, la necesidad de especializar a las maestras en activo y
seleccionó preferentemente a las parvulistas para realizar un curso durante el
último trimestre de ese año en once provincias.
Bibliografía: Sanchudrián, C. (2010). Antecedentes de la especialización
del magisterio en educación infantil. En J. Ruiz (coord.), Historia y
perspectiva actual de la educación infantil (pp.350-354). Barcelona: Grao.
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